lunes, 30 de octubre de 2017

Pi- Rack

Aparece un nuevo sistema de cultivo vertical, que nos permite amortizar el espacio al máximo, colocando un increíble número de plantas en poco más de 2m². Este nuevo sistema conocido como Pi-Rack,  revoluciona el cultivo de plantas de cannabis en indoor, pues su funcionamiento es particularmente sencillo.

Consta de 8 Pi-Wall rodeando un característico sistema de iluminación, en el que podemos encontrar 2 Cooltube en línea en posición vertical, con sus respectivas bombillas en su interior.
El sistema Pi-Wall consta de una estantería de unos 85 cm de ancho y 215cm de alto, con un total de 10 pisos, en los cuales según el modelo, podremos colocar 4 o 5 plantas por piso. Las macetas se encuentran en posición semi-vertical, en un ángulo aproximado de 40º, lo que permite que el sustrato quede en su interior, y que el agua de riego descienda hasta el fondo de la maceta. Cuentan con una capacidad de 3.5L, buscando mantener la mejor relación en cuanto al tamaño de la planta y el número de plantas que podemos poner por módulo. Las plantas no crecerán con la misma inclinación que la maceta, tenderán a crecer más en vertical, lo que favorecerá la ramificación de estas y evitará que puedan quemarse por estar demasiado próximas a la luz.
Gracias a que se trata de un sistema modular, puedes adquirir primeramente un Pi-Wall y posteriormente ir adquiriendo más, de manera que vaya aumentando tu zona de cultivo, sin necesidad de realizar una gran inversión principal.

Incluye un sistema de riego por goteo, que consta de todo lo necesario para una correcta distribución del agua y sus nutrientes por toda su estructura, permitiéndote olvidarte de tener que regar esa ingente cantidad de plantas. En la parte superior de cada maceta, cuenta con un pequeño aspersor encargado de los riegos, mientras que en la parte inferior cuenta con un drenaje por el que caerá todo el sobrante del agua, evitando todo tipo de pudriciones o problemas similares.
Si solo vamos a utilizar un Pi-Wall, deberemos utilizar reflectores que redirijan toda la luz hacia este, permitiéndonos aprovechar toda la energía de las bombillas, lo que hará que nuestras cepas reciban una luz mucho más directa y potente. Al ir añadiendo módulos, iremos redondeando nuestros focos, por lo que dejaremos de necesitar reflector. Podrás colocar desde 1 Pi-Wall a todos los que desees, aunque con 8 ya tendrás un sistema Pi-Rack completo.
Si lo deseas, puedes adquirir más de 8 módulos y continuar aumentando tu Pi-Rack, aunque cuantos más módulos añadas, más lejos quedarán tus plantas del foco, por lo que la luz que reciban contará con una intensidad menor.

Necesitarás una sala de cultivo totalmente ventilada para evitar que se puedan formar bolsas de aire caliente, pues suelen ser causantes de hongos y demás pudriciones. Gracias a su estructura metálica, te será muy sencillo aprovechar cualquier rincón para colgar un ventilador de pinza, o si lo deseas podrás colocar ventiladores de pie, que muevan el aire desde fuera hacia dentro.

martes, 24 de octubre de 2017

Germinar semillas de cannabis

Germinar las semillas de cannabis es un proceso casi obligatorio con el que nos aseguramos de tener un porcentaje de éxito muy superior, ya que si las dejamos que germinen ellas solas en tierra, contamos con la posibilidad de germinado menor.
En la mayoría de ocasiones, los cultivadores suelen colocar sus semillas en tierra sin haberlas germinado antes, lo que muchas veces les acaba causando un fallo de germinación, por lo que no se abren y acaban con un número de plantas muy inferior.
Uno de los sistemas de germinación más eficaces, el cual practica todo nuestro equipo, es la germinación en tupper con servilleta. Utilizando este sistema, las posibilidades de germinación se multiplican, ya que solo tendremos que pillarle el punto a la cantidad de agua que deberemos aplicar, y podremos germinar semillas de una forma muy rápida y efectiva.
Para germinar nuestras semillas necesitaremos un tupper, en el que pondremos la servilleta sin doblar, y sobre esta pondremos las semillas. Ya con estas sobre la servilleta deberemos doblarla de manera que las semillas cuenten con una parte de la servilleta encima y otra debajo. Ahora será el momento que deberemos humedecer la servilleta, siempre con mucho control y cuidado.
Una de las cosas que tenemos que tener más en cuenta es que a la servilleta tenemos que aportarle una humedad justa, o fallará tanto si está demasiado húmeda como si está demasiado seca. Para aportarle ese punto recomendamos hacerlo con un vaso medidor o en su defecto con un cuentagotas, ya que con un vaso normal o con una botella el chorro de agua será más difícil de controlar, lo que puede causarnos un exceso de humedad en el tupper. Con el vaso medidor será bastante más sencillo, pues gracias al pico que podremos utilizar como decantador, será mucho más sencillo controlar el agua que cae sobre la servilleta. Con un cuentagotas todavía puedes ser más preciso, aunque tardarás un tiempo mayor en humedecerlas.
Una vez ya tengamos la servilleta húmeda y las semillas en su interior, deberemos cerrar el tupper y tapar sus laterales, para que no de nada de luz externa a las semillas. Una vez bloqueado el paso de luz, lo más importante que deberemos hacer será buscar una zona donde estén a una temperatura estable, por lo que recomendamos pegar el tupper a una suave fuente calor. Lo más utilizado para esto suelen ser los modem Wifi, aunque cualquier aparato eléctrico sobre el que podamos apoyar el tupper y nos ofrezca un leve aumento de temperatura, podría servirnos.

Ahora ya solo nos quedará esperar a que abran todas las semillas, esto puede llegar a tardar hasta 2 semanas en algunas ocasiones, pero la mayoría comenzará a estar lista a partir del 3 o 4 día. 

martes, 17 de octubre de 2017

Iluminación para el cultivo indoor

Cuando queremos montar un cultivo en interior, tenemos que aportar algunas condiciones, que formen nuestro pequeño micro-clima. Uno de los factores más importantes que tenemos que introducir es la iluminación, ya que se encargará de simular el efecto del sol, aportando ese desarrollo que tanto necesitan.
Todas las luces no son iguales, ofrecen espectros lumínicos totalmente diferentes, por lo que unas son más fáciles de asimilar que las otras. Por este motivo unos tipos de iluminación ofrecen producciones más elevadas, sin requerir tanta potencia.

HPS

Siguen siendo las más utilizadas, ofrecen la mejor relación entre precio y resultados, aunque el ratio g/w no es muy elevado, lo que obliga a requerir un gran gasto lumínico. En la mayoría de los casos deberemos añadir un reflector, a excepción de algunas condiciones especiales, como si cultivamos en Gi- Grow, Pi-Rack, o en grandes salas de cultivo donde dejamos nuestras bombillas colgando en dirección horizontal. El balastro sí que será obligatorio, hará de transformador, y será el encargado de hacer que la corriente llegue directamente hasta la luz.

Led

Son más recientes, y a día de hoy siguen en pleno desarrollo, mostrando una evolución más grande en los últimos 2 años que en la última década. Los primeros Led destinados al cultivo ofrecían una luz leve, que obligaba a los usuarios a realizar cultivos tipo Sog, mientras que los modelos más recientes han desarrollado un sistema de luz más penetrante, capaz de llegar hasta la base de cada planta. No necesitan reflector ni balastro, únicamente será conectarlo a la luz y listo.

Lec

Han sido las últimas en aparecer en el mercado, ofreciendo una revolucionaria tecnología que combina lo mejor de los sistemas mencionados anteriormente. Gracias a todos los estudios desarrollados para evolucionar el Led, ahora se comprende mejor la capacidad de absorción de las plantas, por lo que estos conocimientos se han combinado con la potencia de la tecnología HPS. Necesitan reflector y balastro específicos, puesto que la rosca de la bombilla es especial, y la corriente que necesitan diferente a las HPS.

Bajo consumo


Estas suelen ser las más utilizadas para pequeñas zonas de cultivo, donde un HPS puede resultar excesivo, ya que provocará temperaturas demasiado extremas. Para la fase de crecimiento no es necesaria tanta potencia, por lo que podremos aportarle estas bombillas y su desarrollo será el mismo, sin gastar una gran cantidad de luz. No se recomiendan para el ciclo completo, pues los resultados que ofrece no son especialmente abundantes. También se utilizan mucho como apoyo a focos HPS de 600w, aportando un leve incremento de energía donde la luz del foco no alcanza toda su fuerza.

martes, 10 de octubre de 2017

Tipos de boquillas

Si eres fumador de porros habitual, seguramente te habrás dado cuenta de las enormes diferencias que hay entre fumadores, ya que la mayoría coge una serie de costumbres, que cambian totalmente la experiencia del fumador. Uno de los factores que más varían entre fumadores son las boquillas, pues las que a unos encantan otros las detestan y viceversa. La boquilla utilizada determinará algunos factores importantes a la hora de fumar, como el grosor del porro, el flujo de humo, o el paso de cualquier sustancia por el interior de la boquilla.

La boquilla de un cigarro

Es la que la mayoría de fumadores utiliza cuando comienza a fumar, aunque unos acaban pasándose a otras boquillas, mientras que otros afirman que son las mejores y se mantienen fieles a ella durante toda su vida de fumadores. Esta boquilla cuenta con una gran versatilidad, puesto que podemos quitarle la esponjilla, e introducir lo que deseemos en su interior, ya contando con un pequeño filtro de tabaco incorporado.

Boquillas de cartón directo 

Son las más utilizadas por consumidores de todo el mundo, puesto que consisten en un simple cartón en forma de tubo, que le da la consistencia perfecta para poder apoyarlo en los labios. Este tipo de boquillas puede variar entre un fumador y otro, pues unos las prefieren más largas, mientras que a otros les gustan más anchas y cortas. Algo muy corriente es la introducción de un trozo de cartón en su interior con forma de W con función de filtro, para así poder darle la calada más tranquilamente, sin que traspase nada por su interior.

Boquillas de punta de tabaco

Son muy utilizadas especialmente por los consumidores de hachís, pues aporta un fumar muy agradable, en caso de que no comience a deshacerse. Estas hay que tratarlas con especial delicadeza, pues como empiecen a soltar tabaco, acabarás con la boca llena, lo que te impedirá disfrutar de tu porro tranquilamente.

Boquillas de plástico 

Constan de un pequeño cilindro con unos agujeros en la parte superior, permitiendo el paso del humo y haciendo de filtro a la misma vez. Están fabricadas específicamente para esa función, por lo que son muy económicas y la sensación aportada al fumar es muy agradable. Son de usar y tirar pero lo podremos reutilizar alguna vez, aunque acabará mostrando algo de sabor, que puede alterar tu experiencia al fumar.

Boquillas cerámicas 

Son muy similares a las de plástico pero están fabricadas en este material, que cuenta con una resistencia mayor al calor del humo. Te permiten disfrutar de tu porro hasta casi al llegar a la boquilla, pues no se calentará excesivamente como el de plástico. Su forma algo menos alargada y más gorda que las de plástico, hace que su limpieza también sea más sencilla, por lo que podrás utilizarlo más veces que las anteriores.

Boquillas enfriadoras 

Cuentan con un circuito interno, que el humo realiza antes de llegar a los labios, lo que hace que descienda su temperatura y llegue más frío hasta su consumidor. Suelen estar fabricadas en aluminio, por lo que su peso será mínimo, permitiéndote mantenerla entre los labios como si de un porro normal se tratase. Para mantenerlo como nuevo únicamente tendrás que desenroscar la parte superior y accederás al circuito enfriador, el que podrás limpiar utilizando únicamente un cepillo y un poco de alcohol.

Algunos fumadores apuestan por poner un poco de tabaco justo encima de la boquilla, simulando la de un cigarro, de manera que puedan tirar su porro cuando lleguen a la boquilla, lo que evitará que se quemen o se dejen algo de material sin fumar. Esta técnica puede ser utilizada con cualquier boquilla a excepción de las boquillas de cigarros, pues estas ya incluirán el tabaco.

martes, 3 de octubre de 2017

Desarrollo de la plantas del cannabis

En pleno siglo XXI podemos encontrar una increíble gama de variedades, cepas o genéticas, ofrecidas por cientos de bancos de semillas, que desarrollan sus nuevas variedades en busca de ciertos sabores, efectos o propiedades variadas.
Estas propiedades han surgido gracias a la capacidad de adaptación de esta planta, ya que ha sufrido un proceso de adaptación de siglos, por lo que dependiendo de la zona de la que provenga, mostrará unas características u otras.
Se conoce que todas las plantas de cannabis proceden de una misma genética, aunque se desconoce su procedencia original, puesto que existen algunas teorías que se contradicen. Algunos expertos afirman que proviene del Himalaya mientras que otros afirman que de Afganistán, aunque no se puede saber con exactitud quien tiene razón exactamente.
Lo único que podemos afirmar, es que con el paso de los años las semillas se extendieron por todo el mundo, adaptándose generación tras generación a los climas de cada zona. De esta manera ha evolucionado de forma natural, formando genéticas totalmente diferentes, que conocemos como Landrace.
Originalmente los bancos de semillas realizaban sus cruces con Landraces, mezclando variedades índicas y sativas entre sí, formando increíbles genéticas, que a día de hoy siguen manteniendo su gran fama. Podemos encontrar algunos de estos cruces con predominancia índica, mientras otros muestran predominancia sativa, o un estado híbrido más equilibrado. A día de hoy estas landrace todavía se utilizan en la formación de nuevas genéticas, aunque la mayoría de bancos de semillas prefiere realizar sus variedades a partir de cruces entre otras genéticas ya establecidas, en ocasiones por el mismo banco y en otras por otros bancos de semillas.
Las posibilidades son infinitas, cada vez que se desarrolla una nueva cepa, esta muestra propiedades específicas, que variarán en función de los padres utilizados y los fenotipos seleccionados. Seguidamente esta puede cruzarse con otra cepa totalmente diferente, creando así otra genética nueva, con una estructura, un sabor y unos efectos propios.
Además de los padres utilizados en el cruce, uno de los factores que más influye en la genética es la selección de fenotipos, ya que una vez realizado el cruce, las semillas que nos ofrecen no tienen nada que ver entre sí. Unos fenotipos muestran más rasgos del padre, mientras que otros se asemejan más a la madre, por lo que nos genetistas de los bancos seleccionan los fenotipos que más se adaptan a sus gustos o necesidades, y los vuelven a cruzar entre sí. Por este motivo algunos bancos copian las cepas más conocidas de otros, formando versiones similares pero no idénticas, ya que se pueden utilizar padres de la misma genética, pero la selección de fenotipos siempre será decisiva.
De esta forma consiguen ofrecernos un sinfín de genéticas diferentes, cada una con propiedades exclusivas. Algunos de los rasgos que más definen cada genética son su sabor, su efecto, su producción de resina, o su capacidad y velocidad de floración.

Cada vez que degustes una variedad nueva, asegúrate de apreciar bien todos estos rasgos que la definen, y comenzarás a notar considerables diferencias entre ellas.